sábado, 31 de diciembre de 2011

Esta noche.

Hoy, desde hace mucho tiempo, es una noche tranquila.
Parece que todo va bien esta noche.
No percibo movimientos de ningún tipo.
No oigo ese soniquete de la radio, tampoco el de la televisión que mi mujer se ha dejado encendida en el salón mientras ella duerme plácidamente; ni siquiera escucho sus ronquidos.Tampoco me llegan rumores de gente hablando en la calle.
No siento a nadie que camine ahí fuera, quizás está demasiado tranquila la noche.
Pero me doy cuenta de que no me importa, despues de tanto tiempo, tengo una noche en la que me encuentro cercano a la felicidad.
Todo el mundo esta bien esta noche.
Nadie se mueve, nadie habla.
Nadie piensa, nadie camina esta noche.
Por fin me doy cuenta de que lo que ocurre es que estoy muerto.
Posiblemente debería haber llegado a este estado mucho antes.