domingo, 19 de octubre de 2008

A mi hijo (poema de Leopoldo Panero)

Desde mi vieja orilla, desde la perturbación (fe en original) que siento,
hacia la luz primera que toma el alma pura,
voy contigo, hijo mío, por el camino lento
de este amor que me crece como mansa locura.

Voy contigo, hijo mío, frenesí soñoliento
de mi carne, palabra de mi callada hondura,
música que alguien pulsa no sé dónde, en el viento,
no sé dónde, hijo mío, desde mi orilla oscura.

Voy, me llevas, se torna crédula mi mirada,
me empujas levemente (ya casi siento el frío);
me invitas a la sombra que se hunde en mi pisada,

me arrastras de la mano... Y en tu ignorancia fío,
y a tu amor me abandono sin que me quede nada,
terriblemente solo, no sé dónde, hijo mío.
http://www.youtube.com/v/Jek6iP6AuAQ&hl=es&fs=1">

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me resulta increiblemente tierno imaginarte de papa.Seguro que esto tambien lo sabes hacer bien.
Tengo ganas de conocerlo.
Besos para los tres.

Anónimo dijo...

Anda, pero si las PR saben hacer comentarios en los blogs... vaya, vaya!
Disculpa la intromisión, Pablo, pero es que siempre te llevas los primeros comentarios de mis amigos y a mi nadie, menos tu corazón, se anima a escribirme...jolín...

Littlesete dijo...

Gracias, pero creo que es lo único que hago medianamente bién, el resto de mi vida, no se, no se.
Y por favor, NO QUIERO ATAQUES DE CELOS, no me lo merezco. Por cierto, siempre escribiré a todos/as -mientras pueda.
Un beso.